El ex astro de One Direction, Liam Payne, estaba en la mira de un proyecto enorme de Netflix antes de su prematura muerte y tenía mucho por qué vivir, según se ha afirmado.
El cantante de 31 años que alcanzó la fama a los 16 tras convertirse en miembro de la banda mundialmente exitosa X Factor fue encontrado muerto en su hotel de Buenos Aires tras caerse del balcón del tercer piso de su habitación.